Luis Palmero

Un umbral que vibra

20 de junio

Desde el inicio de su trayectoria a finales de los años 70, Luis Palmero (Tenerife, 1957) ha indagado en las posibilidades de la pintura, desde una reflexión constante sobre sus límites, explorando las poéticas de la interacción entre el color y la forma, en un movimiento pendular que va desde la expresión a la contención.

El paisaje y la arquitectura han sido los temas centrales de su pintura. Parte de una sólida geometría, que desborda el efecto ilusionista para hacerse escultura a partir de superposiciones de elementos sólidos. Esto hace que veamos pequeños desplazamientos sobre la superficie, lugares que se mueven cuando cambiamos el punto de vista. En sus cuadros, la restringida paleta de colores intensifica la potencia de estos, dando lugar a áreas vibrantes que interaccionan, que se superponen y que dialogan.

Más allá de sus aparentes superficies planas, una mirada atenta descubrirá los surcos del gesto, dotando a su pintura de una textura sobria, con una pincelada delimitada, segura y concreta. Una pincelada que es pensamiento, construcción y que nos invita a habitar en sus efímeras arquitecturas.

Su obra está presente en importantes espacios como el Museo Centro de Arte Reina Sofía, (Madrid), el IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno (Valencia); el TEA, Espacio de las Artes (Tenerife); el CAAM, Centro Atlántico de Arte Moderno (Gran Canaria); en la Colección Testimonio, La Caixa (Barcelona); en la Fundación Helga de Alvear (Cáceres) o en la  Colección Los Bragales (Cantabria) entre otros.