Santiago Reyes presenta el proyecto «Fósil Acústico» en Baluarte de Santa Catalina.

Fósil acústico

Santiago Reyes Villaveces y Daniel Villegas Vélez

Proyecto ganador de la convocatoria Túnel de Escape 2022 Ministerio de Cultura

24 de Noviembre 2022—23 Febrero 2023 

Horario: 1pm a 6pm Lunes a Domingo

Baluarte de Santa Catalina, Cartagena de IndiasLa instalación «Fósil acústico» del artista Santiago Reyes Villaveces y el musicólogo-filósofo Daniel Villegas Vélez, ganadores de la convocatoria Túnel de Escape 2022, transforma el espacio de exposición al interior de las murallas de Cartagena en una cámara de resonancia —un medio ambiente sonoro inmersivo— asimilando el espacio al interior del oído humano para proponer una reflexión alrededor de la escucha y de la resonancia como medios para replantear nuestra relación colectiva con el entorno y el medio ambiente.

La ubicación del Baluarte de Santa Catalina frente al mar Caribe y el suelo inundable del Aljibe (el sistema de cisternas que abastecía de agua dulce a la Cartagena colonial) recuerdan de forma dramática la conexión entre la colonialidad y la crisis climática contemporánea: el antropoceno —la era actual donde la acción humana produce transformaciones globales a nivel geológico— comenzó con la invasión española, cuya explotación del continente americano fue el combustible primario para el desarrollo del capitalismo industrial. Si los pronósticos son acertados, el nivel del mar en la bahía de Cartagena aumentará en más de un metro en los próximos cien años como resultado del calentamiento global, inundando no solo el espacio de la exposición sino lugares vulnerables como La Boquilla y sus manglares aledaños. Así, el Caribe pasa de ser una región de explotación colonial a ser una de las primeras víctimas de las transformaciones globales causadas por la expansión del capitalismo extractivista.

El objeto central de la instalación es una reproducción escultórica del oído interno, el cual es responsable tanto de nuestros sentidos del balance, orientación espacial, y la audición. A través de un sistema de parlantes, la escultura emite un sonido continuo (bordón o drone) compuesto por sonidos sintetizados y grabaciones de campo de Cartagena, la Ciénaga de Juan Polo, La Boquilla (tomadas de la sección “territorios de la escucha” del volumen testimonial del Informe Final de la Comisión de la Verdad) y de la colección de sonidos sonidos ambientales (CSA) del Instituto Humboldt. Tras la posible desaparición de estos ecosistemas, tales grabaciones se habrán convertido en los fósiles acústicos que dan nombre a la instalación.

A su vez, la escultura es una interfaz interactiva que responde al tacto y a la proximidad, de manera que los visitantes pueden modificar las características sonoras del ambiente en tiempo real. En esa interacción surgen nuevas resonancias, ruidos o silencios de manera impredecible gracias a funciones aleatorias y modelos matemáticos similares a los que se usan para medir el comportamiento de sistemas termodinámicos caóticos como la atmósfera misma.

«Fósil acústico» busca propiciar reflexiones con respecto a las amenazas, retos, responsabilidades y posibilidades de la vida en el Caribe frente al cambio climático desde una perspectiva de concientización ambiental enfatizando modos de escucha inmersivos y meditativos. ¿Cómo podemos concebir nuestro lugar en un mundo donde la incertidumbre sobre nuestras acciones coexiste con la inevitabilidad de sus efectos? ¿Cómo podemos repensar nuestra relación con un entorno en el que no solo somos agentes externos sino también pacientes involucrados con los efectos de nuestras acciones? ¿Qué significa vivir en un mundo fuera de balance?