En la exposición In-Between Order and Disorder, los artistas Hutsch y Braam, ambos criados en los Países Bajos, exploran el orden y el desorden, algo que no puede verse separado de su herencia cultural: una tierra hecha por el hombre como ninguna otra. Los holandeses intentaron regular el mar y los ríos y crearon nuevas tierras a través de diques, los llamados pólderes. El sentido holandés del orden y la ordenación es proverbial. Se puede reconocer en sus paisajes, en su sociedad. Esta mentalidad de regular y poner orden en nuestra vida cotidiana influyó en muchos aspectos diferentes, desde el paisaje, la arquitectura hasta los nuevos movimientos artísticos del siglo XX. Un ejemplo clave se puede encontrar en ‘De Stijl’, un movimiento que acogió a artistas como Piet Mondriaan y Gerrit Rietveld. Las reducciones formales del De Stijl holandés han resonado a lo largo de la historia del siglo XX, cruzando océanos para efectuar movimientos como el Minimalismo americano y la arquitectura actual internacional.
Braam y Hutsch suavizan un poco el “borde duro” de este legado holandés. Toman una perspectiva contemporánea del modernismo que le permite formar una conexión conceptual y psicológica dentro de su propia línea de tiempo al incorporar el pensamiento contemporáneo y los procesos de creación. Al introducir un cierto elemento de desorden, rompen el orden estrictamente construido asociado con el modernismo, creando estructuras en las que la combinación de elementos separados, sin embargo, encuentra el equilibrio en un todo más grande.
Hay una cualidad fundamentalmente urbana en el trabajo de ambos artistas, que evoca el paisaje de la ciudad moderna, con un propósito, pero en última instancia fragmentado.
Las Taped Paintings de Hutsch son un intento de reconciliar múltiples elementos en un todo unificado al componer múltiples lienzos, conectándolos con cinta acrílica. Esto ofrece intencionalmente una solución meramente provisional con un resultado que oscila entre los dos estados: imagen y objeto, ilusión y fisicalidad, orden y desorden. La obra unifica el uso del lienzo como soporte y elemento compositivo. El uso de la cinta funciona como un dispositivo de unión mecánico pragmático, pero también hace referencia a la pincelada. Como tales, estas pinturas están atrapadas en un espacio intermedio entre la cosa y la representación. El trabajo enmarca las nociones de forma y composición en un contexto más amplio de lo utilitario, donde los gestos artísticos se cruzan con lo pragmático.
Braam muestra la instalación “pedido híbrido” Desde la modificación genética hasta la fabricación de todo tipo de materiales a partir de la madre naturaleza. Hemos reformado y reconstruido nuestros entornos adaptando y transformando nuestro hábitat natural. Es un nuevo orden híbrido que hemos creado, en parte artificial, en parte auténtico, en parte fabricado. Una realidad cotidiana donde muchos elementos forman juntos una nueva entidad. El orden híbrido de la instalación muestra una reflexión sobre esta realidad, un paisaje construido artificialmente donde las ramas de los árboles naturales se entrelazan con una copia sintética del árbol real como mutante moderno de nuestro tiempo.
